sábado, 28 de noviembre de 2015

Así es como una ciudad sueca subsistirá sin combustibles fósiles en 2030

vaxsjo
“Al final, el amor que te llevas es equivalente al amor que das”. Con esta cita de The End, de los Beatles, Bo Frank despide sus correos electrónicos. El alcalde de Växjö, en Suecia, es fan acérrimo del grupo. Y tiene como objetivo que su ciudad subsista sin combustibles fósiles en 2030.
Como una idea propuesta en 1991, Växjö se convirtió en la primera ciudad del mundo con tal pretensión. Fuera de dejarlo como una falsa promesa electoral,hoy en día siguen mejorando sus medidas para cumplir el objetivo en el plazo estipulado.

Frank tiene lo que él mismo define como una mentalidad beatle. Cuando entró en el gobierno hace más de 40 años, tenía la idea de aplicar lo que narraban sus canciones. “Entonces yo era muy pesimista. Ni siquiera creía que viviríamos después del año 1984 —haciendo referencia a la obra de George Orwell—. Pero ahora soy muy optimista. Sabemos qué hacer y tenemos las técnicas para hacerlo. Todo es cuestión de que los políticos seamos lo suficientemente valientes como para tomar las decisiones adecuadas”, explica el alcalde de la ciudad.
 Hasta el momento, sus decisiones le han llevado a construir una de las ciudades más sostenibles de Europa. El pasado año, la ciudad solo produjo 2,4 toneladas de emisiones de CO2 por habitante, un número menor a otras metrópolis como Copenhague y que se ha reducido un 48% desde que comenzaran a medir las cantidades en 1993.
Además, no es que haya sacrificado el crecimiento económico de la ciudad para conseguir tal objetivo. Entre 1993 y 2012, el PIB de Växjö creció un 90%, un número envidiable conseguido a base de esfuerzo común.
 Cada ciudadano debe contribuir. No se puede culpar al resto y esperar que otros hagan algo. Hay que empezar con uno mismo: la forma en cómo compras, cómo vives, cómo conduces, cómo usas el transporte, la calefacción y la electricidad”, comenta Frank sobre el secreto de su éxito.
Para conseguir tal objetivo, en Växjö saben que la educación es básica. Desde que tienen 1 año, en la guardería enseñan a los niños a ordenar los residuos. Además, organizan salidas frecuentes a los bosques cercanos para enseñar a los más pequeños a valorar la naturaleza.
El secreto de la producción de energía renovable en Växjö proviene de la biomasa. A través de una planta de energía de propiedad municipal, transforman los residuos de madera de los bosques en electricidad para sus ciudadanos. Esto les permite, incluso, disponer de coches eléctricos eléctricos que funcionan a través de este combustible.

“Estoy muy orgulloso de nuestros transportes eléctricos porque se producen a nivel local. Es la energía del medio ambiente” presume Frank.
Bo Frank cree que Växjö es la ciudad perfecta que los Beatles soñaron. “He aplicado la ideología de sus canciones a mi manera de ser y de hacer política”, cuenta el alcalde de una de las ciudades más sostenibles del planeta.
En la próxima conferencia climática de ONU en París, Frank promoverá su ciudad con la llamada “Declaración de Växjö”. Con la intención de hacer un llamamiento a las autoridades locales europeas para que apliquen sus ideas de utilizar energías renovables, hará gigante a una ciudad de 60.000 habitantes.

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