El futuro ha llegado. China está construyendo la granja de clonación de animales más grande del mundo. Dicen que comenzará a operar en 2016 y promete ser una revolución para el mercado cárnico del país asiático.
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“ Emprendemos un camino por el que nadie ha viajado jamás. Estamos construyendo algo que no ha existido antes”, comenta Xu Xiaochun, director ejecutivo de BoyaLife y principal impulsor del proyecto.
El aumento brutal del consumo de carne en China —el crecimiento ha sido de un 400% desde 1971— ha alentado a BoyaLife a crear estas instalaciones de más de 14.000 metros cuadrados. El principal objetivo de la empresa esgenerar más carne para la población sin que el número de animales de cada especie disminuya.
Básicamente, van a crear vida para después acabar con ella.
BoyaLife se ha propuesto el objetivo de producir 100.000 vacas anuales, que se convertirían en el 5% de todos los bovinos sacrificados en China. Pero el hecho de que sean animales clonados no agrada a todo el mundo. ¿ Podría resentirse la calidad o ser perjudicial para la salud comer este tipo de carne?
La noticia ha reabierto el debate sobre los usos de la clonación. Mientras que en Estados Unidos los animales clonados se utilizan para criar, en China serán directamente los productos que se venderán al consumidor. ¿ Existe alguna diferencia moral entre acabar con la vida de un clon y la de un animal real? ¿Alguno de los dos casos es más lícito?
En cualquier caso, los científicos de BoyaLife defienden que, a largo plazo, también utilizarán la clonación para salvar especies en peligros de extinción. “Podríamos llegar a ser los primeros en clonar osos panda”, explica Xiaochun.
Por el momento, la empresa también clonará caballos de carreras —qué utilidad— y perros rastreadores que puedan utilizarse como ayuda en los desastres naturales o para atrapar alijos de drogas ilegales.
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