lunes, 26 de octubre de 2015

Alfombras robots, ¡la casa del futuro cada vez está más cerca!

La alfombra mágica de Aladino tiene una dura competidora en un laboratorio de nuevos materiales del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT): una superficie formada por montón de prismas blancos puestos de pie y agrupados para formar un mosaico. Su magia se parece a la de un prestidigitador (o un trilero): manipula los objetos que se posan sobre ella de una forma que ya quisieran para sí muchos robots antropomorfos. Las primeras versiones del dispositivo nacieron hace dos años, pero ahora sus creadores lo han dotado de nuevas funciones para dominar, desde su planitud, las tres dimensiones del espacio.

Para imaginar qué ingeniería subyace en la alfombra, hay que pensar en una de esas olas que dibujan los espectadores en las gradas de un estadio para animar a su equipo. La ola no es más que una suma de espectadores individuales que se levantan en el momento preciso de su sitio y enseguida se vuelven a sentar; vista de lejos, sin embargo, lo que se observa es una onda que se desplaza suavemente de un extremo a otro del graderío.
Cada uno de los prismas que componen la alfombra del MIT se comporta como uno de esos aficionados. Pueden desplazarse solo hacia arriba o hacia abajo (solo pueden levantarse y volverse asentar) siguiendo la indicación de un ordenador; les precisa cuándo elevarse, a qué altura y con qué velocidad. Con las instrucciones adecuadas a cada uno de los prismas, llegan a realizarcoreografías perfectas.

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