jueves, 14 de abril de 2016

¿Se acabó lo que se daba con el chocolate?

El aumento de consumo del cacao y los bajos precios que se pagan a los productores amenazan con dejarnos sin este producto en el futuro


La industria del chocolate no para de crecer. Lo demuestran los más de 70 000 millones de euros que genera. También lo demuestra la demanda, pues hoy en día se producen unas 3.5 toneladas de chocolate al año y se espera un incremento significativo del 30 % para el año 2020, cuando pasaremos a producir 4.5 toneladas al año.
Este aumento, que se debe, por un lado, a la recuperación económica de los países occidentales afectados por la crisis, y por otro, al aumento en la demanda en países como India y China, podría parecer una noticia estupenda de no ser por el hecho de que cada vez es más difícil producir cacao.En la base del problema se encuentran varios factores que de manera conjunta están haciendo un daño que a la larga podría afectar seriamente a la industria del chocolate y ponerla en jaque:

  • En primer lugar, las condiciones de producción. La mayoría de los granjeros, aparte de ser analfabetos, utilizan métodos de cultivo anticuados y tienen dificultades para plantar nuevos árboles. Aparte, muchos árboles viejos ya han pasado su pico de producción.
  • En segundo lugar, el precio. Frente al 70 % que se queda la empresa que manipula el cacao o el 17 % del vendedor, el granjero apenas recibe, de media, en torno al 5 % del valor final del producto. A finales de los años 80, recibía de media el 16 %.
  • En tercer lugar, el futuro poco esperanzador. Muchos hijos de productores de cacao no ven ninguna razón para dedicar su vida a una ocupación que exige mucho a cambio de lo poco que da. En su lugar, prefieren trabajar en la producción de caucho o cambiar el campo por la ciudad.

¿Qué quiere decir esto? Que necesitamos apostar por un modelo más sostenible que respete al productor y su entorno. Hoy en día, el comercio justo intenta equilibrar la balanza todo lo posible y en muchas ocasiones lo ha conseguido, pero de nosotros depende el que tenga éxito y poder seguir disfrutando del chocolate en el futuro.

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