lunes, 25 de abril de 2016

Existen tres tipos de felicidad, es cuestión de escoger cuál preferimos...

Según un estudio, las cosas pueden hacernos más felices que las experiencias...pero depende del tipo de felicidad que analicemos



¿Qué da felicidad? ¿Las cosas o las experiencias? ¿Los jerseys y los teléfonos móviles o los cruceros y conciertos? Son preguntas que tienen difícil respuesta pero que gracias a la ciencia estamos más cerca de resolver.
El dicho dice que "el dinero no da la felicidad". Pero, según un estudio reciente, existe un cierto tipo de felicidad, la felicidad momentánea, que puede durar más tiempo con los bienes materiales que con las experiencias.
Los autores de la investigación, los profesores de psicología de la Universidad de British Columbia, Aaron C. Weidman y Elizabeth W. Dunn, han establecido a su vez tres tipos de felicidad. 
La felicidad anticipatoria, que es la que experimentamos antes de comprarnos algo.
La felicidad momentánea, la que vivimos en el momento en que disfrutamos de algo.
La felicidad crepuscular, que es aquella que se produce cuando recordamos una vivencia.
En este caso, los investigadores se han centrado en la repercusión que tiene el consumo en la felicidad momentánea. Y para ello realizaron el siguiente experimento.


Los científicos les dieron a 67 participantes 20 dólares para gastar o en experiencias o en objetos de su elección. También tuvieron que contar un regalo material o una experiencia positiva que habían recibido recientemente.Luego les preguntaron por sus niveles de felicidad a través de mensajes de texto y cuestionarios.
Los resultados mostraban que los participantes del estudio mostraban felicidad momentánea más frecuentemente con las cosas, pero esa felicidad era más intensa con las experiencias. En otras palabras, disfrutaron de sus bienes materiales en un mayor número de ocasiones que lo hicieron con sus experiencias, a pesar de que la felicidad que sentían de la experiencia era un poco más intensa.

“Los objetos materiales tienen una ventaja no reconocida, ya que proporcionan episodios más frecuentes de felicidad momentánea en las semanas después de que se adquieren," escribieron los investigadores.
Estudios como este contribuyen a liberarnos un poco del aspecto negativo del consumismo, demostrando que las posesiones materiales también tienen cosas buenas. Según investigaciones anteriores, las compras pequeñas nos hacen más felices que las grandes.  Debido a que psicológicamente nos adaptamos a las cosas que tenemos, las cosas nuevas proporcionan una sacudida -que comporta un beneficio positivo a largo plazo. O lo que es lo mismo, desde el punto de vista de lo que nos hace felices, es mejor visitar cinco veces una tienda y comprar poco cada vez que pegarnos "un atracón consumista" una vez al año. 
Otro estudio encontró que las cosas que nos ayudan a hacer actividades, como raquetas de tenis o instrumentos musicales, también puede generar felicidad. Parte de la diversión de las compras, después de todo, es imaginar los lugares a los que vamos a ir con esos objetos. 
Entonces ¿que nos merece más la pena? 
Depende del tipo de felicidad que busques. “si buscas una forma intensa pero fugaz de felicidad o una más sutil y frecuente que perdurará durante semanas o meses”, explican los investigadores.
Y tú ¿qué eliges? ¿Las compras o las vacaciones?

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