Si hace unos meses medio mundo se conmovía por la fotografía de un niño nigeriano a punto de morir de hambre porque había sido acusado de brujería y abandonado a su suerte, hoy ese niño se recupera gracias a una voluntaria Anja Ringgren Lovén.
El niño, hoy llamado Hope, fue abandonado por su familia en Nigeria tras ser acusado de brujería. La voluntaria Anja Ringgren Lovén se topó con él y desde entonces ha creado una campaña por todo el mundo para que niños como Hope no queden a su suerte.
Anja ha compartido a través de su Facebook una fotografía del niño en la actualidad, donde se puede apreciar con salud y una sonrisa que ilumina.
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