martes, 15 de marzo de 2016

Estos científicos creen haber resuelto el misterio del Triángulo de las Bermudas

Gas. Simplemente gas. Enormes burbujas de gas saliendo a la superficie. Esa podría ser la explicación a uno de los más grandes misterios de la navegación moderna. El Triángulo de las Bermudas.

El Triángulo del Diablo, o Triángulo de las Bermudas, es un amplia zona del océano comprendida entre Florida, Puerto Rico y las Islas Bermudas. La leyenda cuenta que en esta zona han desaparecido más de 8.127 personas, barcos e incluso aviones, todos ellos en condiciones misteriosas. 

Ahora, un grupo de científicos noruegos de la Universidad del Ártico han desvelado que las explosiones de gas metano que ascienden a la superficie podrían ser las causantes de estas desapariciones.

La pista para llegar a tal conclusión la han hallado a miles de kilómetros de distancia, en el mar de Barents, al norte de Suecia.

Los científicos han descubierto en el fondo de Barents unos cráteres de 800 metros de diámetro. Los cráteres, que tienen una profundidad de 45 metros, han provocado explosiones que podrían haber ocasionado el hundimiento de decenas de barcos.

Aunque los científicos han señalado que informarán de su descubrimiento de forma pormenorizada en la próxima conferencia anual de Geociencia de la Unión Europea, a celebrarse en abril, han adelantado que estos cráteres provocan unos efectos similares en el agua a los que se vienen observando en el Triángulo de las Bermudas.

Entre esos efectos se cuenta la aparición de burbujas en el mar que pueden generar la impresión de que el agua estuviera hirviendo sin razón aparente.

La leyenda moderna sobre el Triángulo de las Bermudas comenzó en los años 50, cuando Edward Van Winkle Jones escribió un artículo para Associated Press donde informaba de las desapariciones de barcos en el Triángulo de las Bermudas, entre las que se encontraban cinco buques de la marina de EEUU. Jones también documentaba la desaparición de dos aviones comerciales, Star Tiger y Star Ariel, de los que se perdió todo rastro el 30 de enero de 1948 y el 17 de enero de 1949, respectivamente.

Un libro de 1955, The Case for the UFO, de M.K. Jessup, establecía la teoría que asociaba las desapariciones a posibles presencias extraterrestres en la zona.  

En 1964, Vincent H. Gaddis describe la zona por primera vez como el Triángulo de las Bermudas. Gaddis aseguraba que más de 1.000 personas habían desaparecido allí.

Otra de las teorías más extendidas afirma que el Triángulo de las Bermudas se encuentra en la zona geográfica donde supuestamente se situaba la Atlántida. Se dice que la civilización de Atlántida era muy avanzada para su tiempo, sobre todo en materia marítima. Los defensores de esta teoría asocian los accidentes a que los artefactos utilizados por los antiguos habitantes de Atlantis, que estarían sumergidos en algún lugar de esas aguas, interfieren en los sistemas actuales de navegación.

Fisuras en el espacio tiempo, niebla electrónica o el alma de los esclavos africanos que habitaban en esas islas son algunas de las peregrinas teorías asociadas a esta zona geográfica. Ahora, el gas metano se suma a la larga lista de posibles explicaciones.

Para otros, la explicación es mucho más simple.

Los escépticos explican que esta zona es una de las rutas marítimas con más tráfico y habitualmente tienen lugar numerosas tormentas tropicales, por lo que el mal tiempo y la cantidad de barcos que pasan por ahí puede hacer que haya más concentración de accidentes. Vale, pero... ¿tantos?


No hay comentarios:

Publicar un comentario